Durante 2009, se elaboró y publicó por primera vez el Programa Nacional para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía 2009-2012 (PRONASE), constituyéndose de acuerdo a la LASE, como el instrumento mediante el cual el Ejecutivo Federal, establecerá estrategias, objetivos, acciones y metas que permitan alcanzar el uso óptimo de la energía en todos los procesos y actividades para su explotación, producción, transformación, distribución y consumo.
El PRONASE 2009-2012 se convirtió en el primer programa especial, en términos de la Ley de Planeación, dedicado al aprovechamiento sustentable de la energía en México. Este programa dirigió sus acciones a siete áreas de oportunidad de usos finales de energía que fueron: transporte, iluminación, edificaciones, equipos del hogar e inmuebles, cogeneración, motores eléctricos y bombas de agua.
Si bien, el PRONASE logró agrupar acciones de política pública respecto a la elaboración y ejecución de programas antes mencionados, muchos impactos fueron esfuerzos aislados, otros no se concretaron sus metas establecidas y se dejó fuera la realización de acciones en las dos grandes empresas del Estado como son Petróleos Mexicanos (PEMEX) y CFE, principalmente en sus procesos de explotación, transformación y distribución de la energía.
En concordancia con una de las principales metas de sustentabilidad ambiental de la Estrategia Nacional de Energía
capturar el potencial de ahorro en el consumo final de energía eléctrica identificado en el Pronase la Sener
preparó tres escenarios prospectivos de ahorro de energía eléctrica para el periodo 2010-2025, Planeación, Alto y
Bajo. Su construcción supone una hipótesis respecto a la participación del ahorro sectorial en el consumo total y al
nivel de éxito de las áreas de oportunidad en las que se busca capturar el potencial de ahorro en el consumo de
electricidad.
En los tres casos, se han considerado los cinco rubros de uso final de la energía eléctrica indicados en Pronase:
iluminación, equipos de hogar y de inmuebles, acondicionamiento de edificaciones, motores industriales y bombas de
agua agrícolas y de servicios públicos. Asimismo su participación en los diversos sectores de consumo eléctrico:
residencial, comercial, servicios, agrícola, empresa mediana y gran industria.
En el escenario de planeación, 71.7% del total de ahorro de 37.5 TWh en 2025 se registraría en el sector residencial.
Esta fuerte participación se deriva de importantes cambios en la norma oficial mexicana de eficiencia energética de
lámparas para uso general y en la sustitución de focos incandescentes por halógenos primero, y por lámparas
fluorescentes compactas después.
Como se muestra en la gráfica 45, para el escenario Alto el ahorro total en 2025 sería de 40.5 TWh y para el
escenario Bajo de 34.8 TWh. En ambos casos con la misma participación del sector residencial.
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